martes, 27 de febrero de 2018

LA NEVERA DE SOR ASUNCIÓN - Del libro de microrrelatos LUNA DE PERIGEO




La nevera de Sor Asunción
               
                                                                                                                                       A Rosario Raro

Es un bendito. Ni la propia madre lo ha escuchado llorar desde que lo parió. Mañana le daremos el alta. Ella saldrá por una puerta y los Pérez-Anglada entrarán por la otra. Rezaré  para que un día llegue a ser médico, militar o arzobispo. A la madre le hemos dicho lo de siempre, la letanía de los angelitos.  Algunas descreídas solo se tranquilizan cuando sienten el helor entre sus brazos.


(Imagen tomada de Internet)

miércoles, 14 de febrero de 2018

LUCES Y SOMBRAS DE LA MEMORIA - DIA DE LA RADIO











Franco, que era un señor con bigote que tenía un doble en mi calle, aunque él no lo sabía porque cuando venía a Valencia no se mezclaba con los pobres por si acaso le contagiaban alguna penalidad o un retortijón de hambre, siempre hablaba por la radio. Lo escuchábamos en la Telefunken que tenía luces intermitentes de colores y botones redondos.

Pero de todo eso, de lo del doble de mi calle, de escuchar la radio y de que teníamos goteras en casa, nunca se enteró porque mi padre y él no eran amigos. Cuando tuvimos televisión Franco llevaba el mismo bigotillo que en las fotografías, aunque tan ralo que parecía un batallón de hormigas viejas. Pero seguía yendo bajo palio, construyendo casas mal hechas para los pobres o firmando sentencias de muerte. Y salía en el NO-DO junto a la señora sarmentosa que lucía collares que le estrangulaban los sentimientos.

Por las mañanas el sol, la música clásica y la voz canora de mi madre llenaban los resquicios de las paredes, las costuras de su delantal o las hojas de los libros de cuentas de mi padre. Y, por unas horas, olvidábamos que Franco seguía inaugurando pantanos.


Relato presentado al concurso de ENTC


(Imagen tomada de internet)